En Occidente, las mujeres nos desvinculamos un poco del arquetipo de la Triple Diosa, cuando el cristianismo colocó a la Diosa en la figura de la Virgen Maria, primero doncella y luego sierva, despojando de todo el poder a la Diosa.
La Triple Diosa se representa por una luna creciente (doncella), la luna llena (madre) y la luna menguante-nueva (bruja-anciana-sabia). Esta triada se basa en los ritos de paso que vivimos las mujeres.
Los ritos de paso son la monarquía, el embarazo, y la menopausia, todos ellos acompañados de cambios hormonales que producen cambios en la psique y en consecuencia en la forma en que nos conectamos con la vida.
El ciclo menstrual en la mujer se corresponde con las 4 fases de la luna y en todas las etapas podemos observar cambios en las diferentes expresiones del Ser, cuando prestamos atención a nuestro cuerpo y emociones.
El reconocimiento de los arquetipos femeninos, por ejemplo, la doncella Artemisa, la madre Demeter, la bruja sabía Kali, nos permite identificarnos con nuestro cuerpo y resignificar nuestros procesos. La menopausia contiene todas estas etapas y cumplido el ciclo, ya nos sentamos en la silla de la Sacerdotisa.
Esta búsqueda es un acercamiento a la feminidad en compañía amorosa de la hermana Luna que nos invita a mirar hacia adentro y reconocernos desde sus ciclos y sabiduría ancestral.
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