A todos nos gusta tener el control de nuestras vidas, trazar el curso hacia donde queremos ir y sostener el timón con firmeza para alcanzar nuestro objetivo.  Pero a veces nos enfrentamos a tempestades que están más allá de nuestro control, y si nos aferramos al timón solo terminaremos por romperlo.

El Colgado nos invita a abandonarnos al viento y a las olas, dispuestos a atravesar lo que venga sin resistencia, porque la resistencia solo aumenta el sufrimiento.

Todavía más allá de eso, este Arcano nos invita a hacer un sacrificio de cada tempestad. 

La palabra sacrificar significa “hacer sagrado”, es decir, entenderlo como algo divino.  Se trata de convertir la tormenta y el tormento en la materia prima de la luz y la consciencia que buscamos.  Al soltar el timón y abandonar el curso que habíamos trazado, dejamos que el viento nos ponga en el camino de aprendizaje y crecimiento que debemos seguir.