El Colgado
El viaje chamánico de Orfeo al otro mundo
Nahual
Esta barca te llevará hacia el otro mundo,
hacia el reino de los muertos
donde la sombra de Eurídice
te espera para salvarse y regresar a la vida
Bebe, Orfeo, bebe, Orfeo.
Bebe, Orfeo, de esta planta sagrada
el licor que reconforta y ayuda.
Bebe para que cruces al otro mundo
sin angustias ni temores por el dolor de la muerte.
Bebe, que la bebida te hará sumergirte en el misterio
y viajar como si fueras un ave
observando desde el cielo el laberinto del mundo.
¡Un laberinto tejido por los hilos de una araña!
Jamás te abandonaría en un trance tan difícil.
Bebe, Orfeo, y no dejes de beber,
que yo te cuido en el viaje.
Orfeo
Lo sé y agradezco que seas veloz como el humo
y tu mirada penetre la oscuridad como el águila.
Como tampoco quisiera abandonar en la muerte
la luz sagrada de Eurídice, sumergida entre las sombras.
Nahual
Canta, Orfeo, y desvanece con tu música el dolor
por la muerte ingobernable, canta y encanta a la selva
donde sus árboles danzan y las aves se detienen
admiradas por tu canto; donde los peces resbalan
en el agua para escuchar tus canciones
y en el aire y en la tierra los animales suspenden
el ritmo de cada día para escucharte en silencio.
Canta mientras cruzamos las cuatro puertas del mundo
donde es posible que Eurídice te escuche.