Descripción
En esta búsqueda se nos invita a hacernos cargo de estas energías, dándoles una cara y un nombre y honrarlas como lo que es: nuestro inconsciente queriendo hacer lo que cree que nos hace bien. Las primeras civilizaciones lo hacían en la figura de Dioses a quienes rendían culto como una forma de atender esas energías y reconocerlas como parte de sí mismos.
No se trata de literalmente “adorar Dioses”, sino de entender estas energías arquetípicas y usarlas en nuestro proceso de crecimiento. Con este entendimiento podemos elaborar nuestros propios rituales, honrar nuestras propias deidades representadas de una forma que vemos y reconocemos y esto hace consciente lo que está inconsciente. Así, actos cotidianos de cada día pueden llenarse de intención y significado y nuestra vida se enriquece.
Hacemos ofrendas y sacrificios, rituales o ceremonias, para buscar, atender y entender las energías de esos arquetipos.